Los perfumes tienen la capacidad de conectar con la memoria, despertar emociones y definir la personalidad de quien los lleva. Aunque cada persona tiene preferencias únicas, lo cierto es que algunas fragancias trascienden generaciones y se convierten en auténticos iconos. Es el caso de varios perfumes de los años 90 que, a pesar de haber sido lanzados hace tres décadas, siguen liderando ventas y llenando tocadores en todo el mundo.
La década de los 90 estuvo marcada por tendencias irrepetibles, desde los labios perfilados y los cortes bob hasta la estética pop de Britney Spears y el estilo inconfundible de la princesa Diana. En perfumería, la época dejó una huella imborrable, con lanzamientos que se convirtieron en símbolos de sensualidad, fuerza y feminidad.
¿Cuáles son los clásicos noventeros que aún conquistan a las mujeres?
Entre los perfumes de mujer más vendidos de los 90 destacan cinco nombres que se han mantenido en la cima durante décadas:
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- Halloween EDP (1997): misteriosa, seductora y envolvente, con un toque de vainilla y notas florales.
- Classique EDT de Jean Paul Gaultier (1993): sensual y poderosa, con flor de azahar y jengibre.
- Angel Woman de Mugler (1992): pionera de las fragancias dulces, adictiva y soñadora.
- CK One de Calvin Klein (1994): fresca, versátil y apta para todos, un verdadero icono unisex.
- Fantasy de Britney Spears (2005, icono heredado de la estética noventera): dulce, tropical y juvenil, perfecta para mujeres que buscan destacar.
Estas fragancias no solo marcaron una época, sino que continúan siendo superventas por su capacidad de evocar recuerdos, transmitir seguridad y adaptarse a diferentes estilos y personalidades.
¿Qué hizo tan especiales a los perfumes de los años 90?
Los perfumes de esta época se caracterizaron por romper esquemas. Algunas fragancias apostaron por composiciones golosas que inauguraron nuevas categorías, mientras que otras redefinieron conceptos como la seducción, la feminidad o la versatilidad. Halloween EDP, por ejemplo, debutó en 1997 como una mezcla perfecta de misterio e inocencia, con notas cítricas, florales y un delicado toque de vainilla.
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Por su parte, Classique, de Jean Paul Gaultier, se convirtió desde 1993 en un símbolo de sensualidad extrema gracias a su icónico frasco en forma de corsé y su fusión de flor de azahar con jengibre afrodisíaco. Otro hito de la década fue Angel, de Mugler, lanzado en 1992 como la primera gran fragancia “golosa”, un torbellino dulce que mezcla pachulí, praliné, frutos rojos y vainilla.
CK One, de Calvin Klein, marcó un antes y un después en 1994 al consolidarse como el perfume unisex por excelencia, moderno y disruptivo, con un equilibrio entre notas cítricas y un fondo cálido. Y, por supuesto, Fantasy de Britney Spears, todo un ícono pop que aún hoy enamora por su aroma tropical, dulce y floral, tan provocador como inolvidable.
¿Cómo lograr que tu perfume dure más tiempo en la piel?
La duración de un perfume no depende solo de su concentración, sino también de cómo lo aplicas. Para maximizar su permanencia, es importante hidratar la piel con crema sin aroma antes de perfumarte, ya que la piel hidratada retiene mejor los aceites aromáticos. Aplicar la fragancia después de la ducha, cuando los poros están abiertos, también potencia su fijación.
Los puntos de pulso, muñecas, cuello, detrás de las orejas, parte interna de los codos y detrás de las rodillas, intensifican su aroma gracias al calor corporal. Es crucial evitar frotar la fragancia, ya que ello rompe las moléculas y acelera su evaporación. Además, guardar el perfume en un lugar fresco y oscuro, lejos de la humedad del baño, ayuda a conservar su esencia por más tiempo. Si buscas aún más duración, opta por Eau de Parfum o perfumes en aceite, de mayor concentración que los Eau de Toilette.