La muerte de un hijo cambia para siempre; en el caso de Maribel Guardia, el fallecimiento de Julián Figueroa abrió una herida profunda que, durante meses, se mezcló con el silencio, la tristeza y una lucha interna difícil de explicar. En medio de ese duelo, la actriz vivió lo que hoy define como su peor experiencia con el alcohol, un episodio que la puso cara a cara con el peligro y con su propio dolor.
El duelo que empujó a una mala decisión
Maribel Guardia siempre se mostró distante del alcohol. Nunca fue parte de su rutina ni de su estilo de vida. Sin embargo, el impacto emocional tras la muerte de su hijo fue tan fuerte que, seis meses después, tomó una decisión impulsiva. En un intento por honrar a Julián y anestesiar el dolor, aceptó beber más de lo que su cuerpo y su mente podían manejar.
Ese momento marcó un quiebre. La actriz atravesaba una etapa de luto profundo, con noches largas y pensamientos constantes sobre su hijo. El alcohol apareció como una salida equivocada, pero humana, en medio de una pérdida que no encontraba consuelo.
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La peor experiencia de Maribel Guardia con el alcohol
El episodio ocurrió durante un paseo en barco. Bajo los efectos del alcohol y con la carga emocional aún presente, Maribel perdió el equilibrio y cayó al mar. Quedó a la deriva, aferrada a una cuerda, luchando por mantenerse a flote mientras pedía ayuda. El susto fue enorme y el riesgo, real.
Esa vivencia quedó grabada como la peor experiencia de Maribel Guardia con el alcohol. No fue solo el accidente, sino la conciencia posterior de lo cerca que estuvo de una tragedia mayor. Para ella, sobrevivir no fue casualidad. Sintió que, de alguna manera, su hijo la protegió en ese momento límite.
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Maribel Guardia habla de Julián Figueroa y el alcohol
Hablar de Julián Figueroa siempre implica tocar temas sensibles. Su muerte estuvo atravesada por problemas de salud y por una larga lucha contra las adicciones. Maribel nunca ocultó que su hijo enfrentó el alcoholismo y que fue internado varias veces en centros de rehabilitación.
Esa experiencia como madre marcó su mirada sobre el tema. Por eso, el episodio en el barco tuvo un impacto aún mayor. Revivió miedos, culpas y recuerdos de una batalla que conocía de cerca. La relación de Maribel Guardia con el alcohol tras el luto quedó definitivamente cerrada ese día.
Una lucha personal que se transformó en mensaje
Después de ese episodio, Maribel decidió hablar con honestidad. No desde el escándalo, sino desde la experiencia. Reconoció que el alcohol no cura el dolor y que, en momentos de duelo, puede convertirse en un enemigo silencioso.
Hoy, su testimonio busca generar conciencia. La lucha de Maribel Guardia con el alcohol no es una historia de excesos, sino una advertencia nacida del amor y de la pérdida. La actriz transformó su peor experiencia en un mensaje claro, el dolor necesita acompañamiento, no evasión. Y, en su caso, la memoria de su hijo se convirtió en la fuerza que la mantuvo con vida y la ayudó a seguir adelante.
